Martes 3 de mayo de 2011.
RESUMEN VenL. Auschwitz fue la escuela que plasmó la santidad de Juan Pablo II. No tiene dudas el padre Manfred Deselaers, responsable del Centro de Diálogo y de Oración de Oświęcim, cerca del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. “Se puede decir que el concebía su sacerdocio como respuesta a todo lo que sucedió durante la II Guerra Mundial, los inmensos sufrimientos que otros vivieron también en su lugar”. Según Deselaers, su fuerte compromiso a favor de la dignidad y de los derechos del hombre, la búsqueda del diálogo entre los cristianos y judíos, el encuentro en Asís entre los responsables de las religiones para que todas cooperasen en la civilización del amor: todo nace de la experiencia de Auschwitz. “En 1965, como joven obispo explicó que era posible mirar este lugar con los ojos de la fe” y puso como ejemplos a Maximiliano Kolbe y a Edith Stein.
Noticia en Religión en Libertad.
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