Lunes 21 de abril de 2014.
Noticia en La voz.
A continuación entrevista completa al Cardenal Daniel DiNardo.
A continuación entrevista completa al Cardenal Daniel DiNardo.
Ordenado sacerdote católico en 1977, nombrado arzobispo de Galveston-Houston en 2006 y elevado al Colegio de Cardenales un año después, Daniel DiNardo se ha convertido en uno de los líderes católicos más reconocidos en el país.
Como miembro de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (fue elegido vicepresidente en 2013) ha sido un defensor abierto de la inmigración y del derecho a la vida.
El Papa Francisco lo escogió en marzo para formar parte del Consejo de Asuntos Económicos que supervisa las finanzas del Vaticano. Hace poco, el Houston Chronicle lo visitó en su oficina de Houston para una entrevista:
Pregunta: ¿Cuáles cree que sean los tres problemas principales que enfrenta la iglesia católica?
Respuesta: Lo que trataré de hacer es mirar a los problemas que enfrenta mi propia arquidiócesis porque eso tendrá mayor resonancia que intentar hacer un análisis más genérico. Cuando miro a Galveston-Houston, uno de los problemas que tenemos es nuestro crecimiento increíble. Cuando analizo eso, destaco tres cosas. La primera es la formación y la educación en la fe. Esto se refiere a la formación de nuestros jóvenes en las escuelas y los programas de educación religiosa. Nos preocupan porque algunos se desvían. El segundo fenómeno es la necesidad de más sacerdotes. El tercero es nuestro alcance. Contamos con una magnífica organización caritativa católica, pero tendremos que ampliarla debido al crecimiento. Ha venido mucha gente de América del Sur y de Centroamérica y una gran cantidad de ellos, aunque no todos, son pobres incluso si están trabajando.
P: ¿Puede sugerir formas para resolver esos problemas?
R: En nuestra oficina de vocaciones tenemos a un sacerdote vietnamita que habla también inglés y español. Su trabajo con jóvenes, con escuelas intermedias, preparatorias y universidades ha sido magnífico. En la actualidad tenemos 50 seminaristas, pero tengo que decirle que probablemente necesito unos 75. Si en la arquidiócesis de Galveston-Houston tuviéramos alrededor de un millón de católicos, en vez de 1.4 millones, probablemente podríamos satisfacer las necesidades con los muchachos que vienen. Con las Caridades Católicas hemos hecho una expansión en los últimos años hacia el Condado de Fort Bend. Estamos muy satisfechos con eso, pero tenemos que ampliarnos más. Tengo que confesar que el nuestro es siempre un trabajo en progreso. Estoy satisfecho porque nuestros problemas son por crecimiento y no por contracción.
P: ¿Cree que haya cambios en el Vaticano que permitan que los sacerdotes se casen?
R: Pienso que no vamos a inclinarnos a un clero de sacerdotes casados. Pero una de las cosas que sucedieron después del Concilio Vaticano II es que la iglesia se abrió de nuevo al ministerio ordenado de los diáconos. Tenemos alrededor de 416 in la arquidiócesis de Galveston-Houston. No puedo recalcar suficientemente la gran ayuda que ha significado su trabajo para nuestros sacerdotes en la preparación para el matrimonio y para el bautismo. Pueden presidir bodas cuando no hay misas. Son una gran ayuda en lo que yo llamo el ministerio del duelo cuando hay funerales. No estoy tratando de ser un pronosticador, pero el celibato está muy unido a nuestra comprensión del sacerdocio. No creo que el Papa Francisco se ocupe necesariamente de eso.
P: El Papa Francisco ha pedido que los fieles sean objeto de reconocimiento en asuntos muy polémicos, como la contracepción, los matrimonios entre homosexuales y tal.
R: Ya lo hicimos aquí. No fue un asunto de sí o no. Fue algo sofisticado que exigía algunas respuestas matizadas. Para casi todos los grupos fue obvio que las enseñanzas de la iglesia sobre nuestras inquietudes con la procreación y la contracepción no son bien comprendidas ni necesariamente son aceptadas en esta arquidiócesis. De hecho, nuestra gente no siempre comprende nuestro sacramento católico de matrimonio.
Curiosamente, los mismos grupos que hablaron sobre esto, cuando comentaron si la iglesia aceptaría alguna vez a los católicos divorciados y vueltos a casar, pero que no han pasado por la anulación (del matrimonio), la mayoría se mostró muy negativa. Consideraron que deberíamos agilizar nuestros procedimientos de anulación.
P: De cierta manera, el Papa Francisco es un enigma. Realmente ha expresado su simpatía por los pobres, ha criticado al capitalismo desenfrenado, pero en otros asuntos se ha mostrado muy tradicional. ¿Puede ayudarnos a entender las posturas del Papa?
R: ¿Me permite usar una metáfora musical? Cuando leo los escritos y analizo el modo de operación del Papa Juan Pablo II, lo veo como una persona de sinfonías. El tema se elabora con mucho cuidado, hay una cohesión entre los movimientos y se organiza la sustancia musical. Cuando miro hacia el Papa Francisco, veo una rapsodia. Un tema con muchas improvisaciones. Así es como recibimos su espontaneidad. Me sorprende que de alguna manera el Papa Francisco sea como un músico de jazz: quiere que la gente piense. Por lo que aprendió en Buenos Aires, en Argentina, su preocupación por los pobres no es académica. Es dolorosamente personal.
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