13 may 2014

ESPIRITUALIDAD CATÓLICA. San Juan Pablo II 13


(viene de `San Juan Pablo II 12´)

P. Jorge Teulón. 27. El Papa Magno. El 17 de mayo de 2003 la Universidad La Sapienza de Roma, que cumplía 700 años de su fundación, confirió a Juan Pablo II el doctorado honorífico por haber contribuido a la afirmación universal de los derechos del hombre, de la justicia y de la paz, y en las relaciones entre las personas y los pueblos. Era la undécima Universidad del mundo, y la primera de Italia, que concedía a Karol Wojtyla un doctorado honoris causa.


Esta es la lista de las universidades:

  • 23 de junio de 1911 Universidad Juan Gutemberg de Maguncia (Alemania).
  • 6 de mayo de 1982 Universidad de Cambridge (Gran Bretaña).
  • 15 de mayo de 1982 Universidad de Coimbra (Portugal).
  • 17 de junio de 1983 Universidad Católica de Lublin (Polonia).
  • 22 de junio de 1983 Universidad Jagellónica de Cracovia (Polonia).
  • 30 de octubre de 1986 The Franciscan University de Steubenville (EEUU).
  • 8 de febrero de 2000 Academia Minero-Siderúrgica Stanislaw Staszic de Cracovia (Polonia).
  • 26 de marzo de 2001 Universidad de Poznan (Polonia).
  • 16 de octubre de 2001 Universidad Superior de Agricultura de Varsovia (Polonia).
  • 15 de diciembre de 2001 Universidad Cardenal Wyszynski de Varsovia (Polonia).
  • 17 de mayo de 2003, Universidad La Sapienza de Roma (Italia).


En el diploma de doctorado de La Sapienza se sugería que a Juan Pablo II se le debe atribuir el título de Magno, título que según el Anuario Pontificio hasta ahora han recibido sólo tres pontífices santos del primer milenio (León I, Gregorio I y Nicolás I).

La prestigiosa revista Treinta Días titulaba en portada: El papa Wojtyla, maestro de derechos humanos. Buena parte de su Lectio magistralis la dedicó a redactar una lista detallada de los derechos del hombre en los que ha insistido durante su pontificado.

“El primer derecho humano, el más fundamental... es el derecho a la vida. En efecto, la vida humana es sagrada e inviolable desde su concepción hasta su término natural... En particular, he insistido en el hecho de que el embrión es una persona humana y, como tal, es titular de los derechos inviolables del ser humano...”

28. Millones de fotografías

Hay un dato que, tal vez por obvio, no apareció reflejado en la prensa durante los días de la muerte del Papa. Y es que Juan Pablo II ha sido el personaje mundial más fotografiado. Hay una fotografía muy conocida de San Juan Bosco, ya anciano, con una manta en las rodillas, a su alrededor aparecen los alumnos y Superiores de la escuela Martí-Codolar. Me llamó poderosamente la atención aquella foto y la santidad que reflejaba su rostro: ¡un santo fotografiado! Luego descubrí cientos de fotos de cientos de santos...

Bien, pues debemos ser millones los que conservamos una foto en nuestro álbum en la cual un pequeño punto rojo asomado a la ventana más famosa del mundo aparece dándonos su bendición, sin que por supuesto pueda apreciarse. El papa ha celebrado más de mil audiencias generales semanales, y ha recibido a unos 17 millones de fieles de todo el mundo. A esto hay que añadir los encuentros y audiencias con diversos grupos y figuras políticas, entre ellos jefes de Estado y primeros ministros, que superan los 1.500.

Y luego están todas las imágenes captadas fuera de la Ciudad del Vaticano. Juan Pablo II llevó a cabo 104 visitas pastorales fuera de Italia; la última fue al Santuario francés de Lourdes en agosto de 2004. Celebró la Santa Misa en la comunidad católica más al norte del mundo, a 350 kilómetros del Círculo Polar Ártico (en Tromso, Noruega, en 1989). Recorrió más de un millón trescientos mil kilómetros, lo que representa casi 29 veces la vuelta a la Tierra y casi tres veces la distancia entre la Tierra y la Luna. Ha visitado 133 países, y, como es lógico, la mayor parte de los cuales recibieron por primera vez a un Pontífice. Y en tantos lugares, siempre el mismo comentario: “Yo estuve allí y conservo esta fotografía”.


Por eso, llamaba la atención la escena de aquel 4 de abril, cuando el Papa, ya muerto, volvía a la Plaza de San Pedro. Silencio, lágrimas y aplausos parea uno de los papas más queridos de la Historia, que, trasladado por doce silleros pontificios y acompañado por los Cardenales de la Curia, regresaba al lugar desde donde todo el mundo pudo presenciar su agotamiento físico. Miles de personas se habían congregado allí para acudir a la capilla ardiente... y al paso del Santo padre una marea de manos y brazos se elevaba con sus respectivas cámaras, como si de miras telescópicas se tratase, para fotografiar un momento más de un hecho histórico único.

29. El peregrino universal 

Hasta Pío XI ningún pontífice romano había salido más allá del pequeño Estado Vaticano. Como mucho a la residencia estival de la localidad de Castelgandolfo. Pío XII se aventuró a salir por la ciudad de Roma. El beato Juan XXIII peregrinó antes de iniciarse el Concilio Vaticano II a Asís y a Loreto. Con sus nueve viajes al extranjero[1], Pablo VI se convirtió en el primer Papa de los tiempos modernos que acudía a llevar la Buena Noticia a sus hermanos. Pero, nadie puede negarlo, Juan Pablo II ha sido “el Papa viajero”. En sus 104 viajes fuera de Italia ha visitado casi todos los países del mundo y ha encontrado a su paso gente que en su gran mayoría hubiera sido incapaz de visitarle personalmente en Roma.

El Papa ha viajado para anunciar el Evangelio, para confirmar la fe de sus hermanos, para consolar a la Iglesia y para encontrarse con el hombre. Y así el primer gesto del Papa al llegar a un nuevo país era siempre el mismo: se arrodillaba y besaba la tierra.

Al término de su 67º viaje fuera de Italia, que lo condujo en septiembre de 1995 a Camerún, África del Sur y Kenia, Juan Pablo II superó la barrera del millón de kilómetro recorridos en avión, tren y automóvil, incluidos aquellos realizados en Italia.

El 87º viaje pastoral fuera de Italia, realizado en junio de 1999, fue el más largo de su pontificado dedicado a un solo país (12 días), en Polonia, su tierra natal, donde estuvo nueve veces como Pontífice.

El periplo más largo de Juan Pablo II fue el que realizó en 1986 a Asia y a Oceanía, cuando estuvo en Bangladesh, Nueva Zelanda, Australia, Singapur y las islas Fidji, con una escala en las islas Seychelles, antes de regresar a Roma, después de 13 días, 6 horas y 15 minutos, y haber recorrido 48.974 Km.

El viaje más corto fue a la república de San Marino, enclavada en Italia, en donde estuvo una sola vez, en agosto de 1982. Permaneció 5 horas y recorrió tan sólo 235 kilómetros.

Como hemos dicho el país más visitado, en nueve ocasiones, fue su querida Polonia natal. Luego Francia; de las siete veces, dos de ellas peregrinó al Santuario de Lourdes... allí dirigió los pasos de su último viaje apostólico. Era el 14 de agosto de 2003. De forma casi profética, el Papa comenzó así su alocución para el Rosario de antorchas:

“Al arrodillarme aquí, en la gruta de Massabielle, siento con emoción que he llegado a la meta de mi peregrinación. Esta gruta, donde se apareció la Virgen María, es el corazón de Lourdes...”

Luego, en cinco ocasiones estuvo en España (bajo estas líneas, en 1982, en La Encarnación de Ávila), EE.UU. y México.


A lo largo de sus viajes Juan Pablo II recibió regalos y padeció gestos extravagantes: sombreros de todo tipo; el casco de minero de Víctor López Arias de Oruro (Bolivia); un collar de coral colocado en su cuello por Yasser Arafat mientras el papa estaba sentado junto al líder palestino en el 2000, durante su peregrinación a Tierra Santa; un koala, junto al que se fotografió o le fotografiaron, un 30 de noviembre de 1986, durante su viaje a Australia.

El 15 de enero de 1995, cuatro millones de personas asistieron en Manila (Filipinas) a la misa celebrada por el Beato Juan Pablo II con motivo de la X Jornada Mundial de la Juventud. La muchedumbre que se fue concentrando desde la tarde del día anterior en las cercanías del Lunetta Park, donde se celebró la misa, taponó todas las calles del centro de Manila y obligó al Papa a llegar al lugar en helicóptero y con más de una hora de retraso sobre el horario previsto. La presencia por primera vez de una delegación de la Iglesia Patriótica China en una misa presidida por el Papa supuso un hito histórico en las relaciones entre el Vaticano y Pekín. Los 24 integrantes de esa delegación, entre ellos cinco sacerdotes y cuatro monjas, rezaron con el Pontífice y participaron en el rito litúrgico

Su parroquia era el mundo entero. El Papa, como un auténtico padre de familia – con un corazón a la medida del mundo – nos enseñó lo que hay en el depósito de la fe, y nos lo explicó, y lo desmenuzó, atemperándolo al momento presente. Y especialmente, nos lo mostró como una bandera a la que hay que seguir con arrojo, pero, sobre todo, con coherencia.


[1] Peregrinación a Tierra Santa (1964); Peregrinación a la India. Congreso Eucarístico de Bombay (1964); Visita a la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York (1965); Peregrinación a Fátima (1967); Viaje Apostólica a Estambul, Éfeso y Esmirna (1967); Peregrinación apostólica a Bogotá (1968); Visita a Ginebra (1969); Peregrinación a Asia Orintal, Oceanía y Australia (1970). Dentro de Italia en 1965 acudiría a Pisa al Congreso Eucarístico Nacional.

Continuará...

 Publicado en Religión en Libertad.

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