Jueves 10 de julio de 2014.
RESUMEN VenL. "He hecho un largo recorrido en la diócesis, especialmente en el este, en una parroquia de las afueras de Mosul, y es una fuente de gran dolor ver las condiciones de vida de la gente. Falta el agua y la electricidad. La situación sigue siendo dramática". Esto es lo que le dice Monseñor Shimoun Emil Nona, arzobispo caldeo de Mosul, en el norte de Irak, donde cerca de 500 mil personas, cristianos y musulmanes, han huido el mes pasado, causando una crisis humanitaria, económica y política. El prelado dijo que "la Iglesia está en la construcción de pozos para extraer agua del subsuelo", hicieron "al menos ocho" en estos días, "pero no son suficientes" para satisfacer las necesidades de todos, aunque "es mejor que nada". La obra de la Iglesia "no es sólo para los cristianos, sino para todos los habitantes, los musulmanes y los miembros de otros grupos étnicos."
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