P. Rafael Pérez. Todavía impregnado mi recuerdo por todas estas impresiones, comenzó el Congreso en Laguiewniki, lugar que fue la cuna de la vida religiosa de Santa Faustina Kowalska, y a la vez lugar donde falleció y donde se conservan sus restos. Casi dos mil congresistas estábamos acreditados. Las conferencias se dieron en el gran Santuario dedicado a la Divina Misericordia, que fue inaugurado por Juan Pablo II y desde el que el Papa consagró a la humanidad entera a la Divina Misericordia un 17 de agosto del año 2002. El congreso estaba presidido por el Cardenal Schönborn, quien hizo una preciosa reflexión mostrando la armonía entre el mensaje de Santa Faustina, y el mensaje de Santa Teresita del Niño Jesús, en relación a la confianza en Dios y a la entrega a su Amor Misericordioso.
Dos grandes gestos y otros dos grandes testimonios coronaron este congreso:
Dos grandes gestos y otros dos grandes testimonios coronaron este congreso: