OPINIÓN. Fray Tuk. Los homosexualistas discriminan a los homosexuales. Explicábamos en el artículo anterior que no es lo mismo ser homosexual que homosexualista. De hecho, el homosexualista tiene como uno de los principales "enemigos" de su ideología anti-familia al homosexual "de a pie". Toda ideología teme la realidad, los hechos, "la calle", la vida, las personas. Y el homosexualismo es una ideología, y de las más corrosivas. Las angustias y deseos de cambiar de muchos homosexuales contradicen la doctrina oficial gay, y eso no les gusta nada.
Dejando el problema ético a un lado y remitiéndonos a los hechos, la verdad es que hay muchos homosexuales que se angustian al descubrir en su interior una atracción hacia personas del mismo sexo, y su ausencia hacia las del otro. Los homosexualistas dirán que esa frustración está motivada por la represión de la sociedad. Lo cierto es que son muchos los homosexuales que lamentan carecer de la atracción a las personas del otro sexo que les posibilite formar un matrimonio y tener hijos de modo natural.
¿Por qué los homosexualistas no respetan la decisión de estos muchos homosexuales que ven su situación como una enfermedad y buscan un especialista que les ayude a formar la tendencia heterosexual? Porque desmontan su teoría de que la homosexualidad es algo gozoso y desinhibido. Por eso la inquisición gay prohibe toda "terapia" para los homosexuales, tachándola de homofóbica, siendo así que los homófobos son ellos por no respetar la libertad de los homosexuales que no están precisamente orgullosos de su situación, sino que quieren revertirla.
Censuras dictatoriales como la recientemente llevada a cabo por la Generalidad de Cataluña en España, amenazando con sancionar a una clínica por aplicar terapias para sanar la orientación homosexual, pretenden dejar desamparados a aquellos homosexuales que no quieren serlo. La inquisición gay ve como una lacra la existencia de estos homosexuales que no están orgullosos de su condición, y no está dispuesta a permitir su existencia.
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Dejando el problema ético a un lado y remitiéndonos a los hechos, la verdad es que hay muchos homosexuales que se angustian al descubrir en su interior una atracción hacia personas del mismo sexo, y su ausencia hacia las del otro. Los homosexualistas dirán que esa frustración está motivada por la represión de la sociedad. Lo cierto es que son muchos los homosexuales que lamentan carecer de la atracción a las personas del otro sexo que les posibilite formar un matrimonio y tener hijos de modo natural.
¿Por qué los homosexualistas no respetan la decisión de estos muchos homosexuales que ven su situación como una enfermedad y buscan un especialista que les ayude a formar la tendencia heterosexual? Porque desmontan su teoría de que la homosexualidad es algo gozoso y desinhibido. Por eso la inquisición gay prohibe toda "terapia" para los homosexuales, tachándola de homofóbica, siendo así que los homófobos son ellos por no respetar la libertad de los homosexuales que no están precisamente orgullosos de su situación, sino que quieren revertirla.
Censuras dictatoriales como la recientemente llevada a cabo por la Generalidad de Cataluña en España, amenazando con sancionar a una clínica por aplicar terapias para sanar la orientación homosexual, pretenden dejar desamparados a aquellos homosexuales que no quieren serlo. La inquisición gay ve como una lacra la existencia de estos homosexuales que no están orgullosos de su condición, y no está dispuesta a permitir su existencia.
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