Miércoles 22 de mayo de 2013.
RESUMEN VenL. Comulgan y rezan el Credo como en un país cristiano, pero son pakistaníes y viven en Lahore, la capital de la provincia del Punjab, la más poblada de Pakistán, en el este del país. Sin embargo "los estudiantes universitarios obtienen veinte puntos extra si saben recitar de memoria el Corán", explica el obispo Malik. Aunque sean alumnos brillantes, sus calificaciones siempre serán inferiores por no estudiar el libro sagrado del islam. "Tampoco podemos recibir ayudas sociales", añade, "cuando hay un terremoto o cualquier otro desastre natural, no tenemos derecho a ayuda porque nos dicen que proviene del zakah", la aportación a la comunidad que los musulmanes hacen por prescripción coránica para ayudar a los necesitados. Sin embargo, lo peor es la ley de blasfemia, asegura. Aprobada durante el régimen del general Zia-ul Haq en los años ochenta, establece que nadie puede decir nada en contra del Corán y el profeta.
Nueva violencia sobre cristianos en el sur de Punjab.
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