21 ene 2014

ESPIRITUALIDAD CATÓLICA. ¡Mártires de España, rogad por nosotros!



P. Jorge Teulón. Durante este año se cumplirá el ochenta y tres aniversario de la destrucción y desaparición de tantos templos en varias capitales de España: era el 11 de mayo de 1931, inicio de esa persecución religiosa, que duró casi diez años.

Recordaremos que se cumplirán ochenta años de los primeros mártires que cayeron “por odio a la fe”, en el fatídico octubre de 1934. De un grupo de ellos, los santos mártires de Turón, recordaremos los quince años de su canonización.

Finalmente, serán setenta y ocho los años que han transcurrido desde aquel fatídico segundo semestre del año 1936, durante los días de la Guerra Civil Española.

Poco a poco, hasta sumar 11 santos y 1512 beatos, la Santa Madre Iglesia nos presenta a una multitud de intercesores. Todavía deberán llegar a los altares entre dos mil y tres mil “mártires”. De ellos, ya solo quedan tres Obispos: el Siervo de Dios Eustaquio Nieto y Martín, obispo de Sigüenza; el Siervo de Dios Miguel Serra Sucarrats, obispo de Segorbe; y el Doctor Irurita, obispo de Barcelona.

Os dejo las portadas de “La Vanguardia Española” de los días 10 y 11 de diciembre de 1943. Cuando tras recuperar el cuerpo del Siervo de Dios Manuel Irurita Almandoz se le enterró en la Capilla del Cristo de Lepanto de la Catedral de Barcelona.

Meses antes de la proclamación de la Segunda República, en el mismo periódico podía leerse esta crónica:

“Hoy celebra su fiesta onomástica nuestro bondadoso prelado doctor Manuel Irurita Almandoz, quien durante el breve tiempo que ejerce su pontificado en esta diócesis, ha sabido conquistar muchos afectos con su inagotable caridad y muchas almas con su palabra persuasiva y con el ejemplo de sus preclaras virtudes. Pastor prudente y comprensivo, a todos llegan los efluvios de su corazón nacido para el bien y para el amor que a todos nos iguala ante la grandeza infinita del Creador de todas las cosas. La divisa del doctor Irurita parece ser la de sumar voluntades para difundir cada vez más las enseñanzas de la Iglesia en todos los sectores de su rebaño. Y de ahí, que prodigue su presencia y sus consejos allí donde su sagrada persona puede procurar un consuelo, una esperanza o un bien, sobre todo entre los desheredados de la fortuna que, por serlo, más necesitan de quien, como el señor Obispo, es su pastor y su padre espiritual.

La siembra de cariño se convertirá hoy en felicitaciones y bienaventuranzas para el doctor Irurita con motivo de su fiesta patronímica y con motivo de la entrada de Año Nuevo, que deseamos para él muy fecundo, para que Dios le conserve su preciosa salud y aumente la inagotable caridad de su corazón” (La Vanguardia, 1 de enero de 1931).

Portada del viernes, 10 de diciembre de 1943


Portada del sábado, 11 de diciembre de 1943


Publicado en Religión en Libertad.

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