OPINIÓN. Gorrión. AICA, la Agencia Informativa Católica Argentina, que tantos y tan buenos servicios viene prestando a la Iglesia en Argentina desde su fundación, con una línea de intachable fidelidad al Magisterio, publicaba el pasado 3 de Agosto una interesante aclaración.
Pero mi reflexión respecto de este hecho (aunque son varias las que pueden hacerse y de distinta índole) es la siguiente: Qué enorme trascendencia tiene que cada miembro de la Iglesia esté en su lugar, haciendo lo que tiene que hacer y manteniéndose fiel a la verdad (que no es otra cosa que ser fiel a Cristo, que es la Verdad), por encima de coyunturas del tipo que sean. Y esto, como es natural, principalmente en sus cabezas.
En mi opinión particular, las declaraciones del cardenal Bergoglio acerca del mal-llamado matrimonio gay fueron bastante moderadas, hasta el punto de que Joaquín Morales Solá, el pasado 18 de julio, en su habitual columna dominical del Diario La Nación, afirma textualmente refiriéndose a Bergoglio que “sus palabras más duras fueron escritas en una carta interna a cuatro conventos de monjas carmelitas”. Parece ser que fueron, precisamente, y siempre según el decir de los mismos enemigos de la Iglesia, las que tuvieron un efecto decisivo en el asunto.
En eso estoy de acuerdo, en que las palabras del cardenal tuvieron un efecto decisivo, pero no en el sentido que dicen ellos (los enemigos) -en favorecer el triunfo del gaymonio-, sino todo lo contrario: en animar a los católicos y en impulsar y favorecer su reacción en masa. Y es esto precisamente a lo que le tienen miedo los enemigos de la Iglesia y por eso tratan de asustar a los obispos diciéndoles que mejor que no hablen y que se queden silentes, porque, si hablan, si dicen la verdad, si actúan como actuaron los profetas… es peor para la Iglesia. ¡Qué falsedad! ¡Qué mentira! Lo que tienen es miedo a que la Iglesia “se ponga en su lugar…”. Porque sólo con una Iglesia que no cumple su misión pueden ellos prosperar.
Gorrión.
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"Sólo con una Iglesia que no cumple su misión pueden ellos prosperar". Excelente reflexión de Gorrión. El problema no es que los malos sean malos, sino que los buenos no sean buenos, porque el Bien venció al mal en Cristo.
ResponderEliminarImpresionante.
ResponderEliminarLa Iglesia es perseguida porque dice la Verdad, porque ilumina y enseña. Eso a muchos les repele y esto es una prueba evidente.
Creo que es tiempo que todos y cada uno de los católicos nos tomemos en serio nuestra responsabilidad como bautizados y comencemos a ser luz, cada uno desde el puesto que Dios le ha confiado. Un llamado también a todas las personas de buena voluntad que luchan a diario por la Verdad.