P. Jorge Teulón. El periódico La Razón publicó ayer, viernes 15 de marzo de 2013, una primera parte del contenido de los Ejercicios Espirituales que ofreció el cardenal Jorge Mario Bergoglio a los Obispos españoles en el año 2006. En la página 36 de dicho diario, se destaca el titular “España nos enseñó a recordar fielmente al Señor y su Madre”.
El pasaje completo dice así:
“Cuando San Ignacio nos pide que traigamos a la memoria los beneficios recibidos de creación, redención y dones particulares ponderando con mucho afecto cuánto ha hecho Dios nuestro Señor por mí… (EE, 234) quiere ir más allá del mero agradecimiento por todo lo recibido; quiere enseñarnos a tener más amor; quiere confirmarnos en el camino emprendido… y esto lo hace la memoria”.
“…La memoria de los pueblos no es una computadora, sino un corazón. Los pueblos, como María, guardan las cosas en su corazón. Y en esto, España nos enseñó a hacer alianza firme y a recordar fielmente al Señor, a su Madre y a los santos, fundando en ellos la unidad espiritual de nuestras naciones”.
Hoy, solo me detengo en que ya que enseñamos a nuestros hermanos de Hispanoamérica “a hacer alianza firme y a recordar fielmente al Señor, a su Madre y a los santos” procuremos no olvidar… procuremos hacer memoria. Y si es necesario volvamos a aprenderlo nosotros mismos. Seguimos en la Cuaresma y es un buen tiempo para ello.
El Papa Francisco, a la mañana siguiente de ser elegido, se presentó en la Basílica de Santa María la Mayor para ofrecer su vida, nuevamente, a la Virgen. Y, como hijo devoto, le llevó unas flores.
Ya lo he repetido en otros post. El 29 de octubre de 2005, el papa Benedicto XVI, tan solo unos meses después de su elección como Sumo Pontífice, al finalizar la beatificación de ocho mártires de la persecución religiosa en España, bajó desde sus apartamentos hasta la Basílica Vaticana para venerar las reliquias de los nuevos beatos. Por primera vez, el nuevo Papa besaba el relicario de unos mártires españoles. Seguidamente, impartió la Bendición Apostólica y dirigió unas palabras en castellano y catalán, agradeciendo a Dios “por este gran regalo de testigos heroicos”.
En su intervención, el Papa afirmó: “los ejemplares sacerdotes de la diócesis de Urgell inmolaron su vida durante la persecución religiosa en España por su fidelidad al ministerio sacerdotal, que ejercieron con gran entrega en las comunidades parroquiales, dando testimonio de su condición sacerdotal y perdonando a sus perseguidores. Dieron su vida invocando al Rey del Universo”.
Lo mismo sucederá, Dios mediante, dentro de unos meses. El papa Francisco, recibe como herencia preciosa el tener que presidir próximamente varias canonizaciones. También en su recién inaugurado pontificado tendrán lugar las beatificaciones de los mártires de la persecución religiosa el día 13 de octubre. Esperaremos sus palabras y las guardaremos como oro en paño… Aunque ya les dijo a los Obispos españoles (y por lo tanto a todos nosotros) la necesidad de recordar fielmente al Señor, a su Madre y a los Santos y, podíamos decir con toda seguridad: y cómo no, ¡a los mártires!
¡Viva el Papa!
Publicado en Religión en Libertad
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