15 dic 2013

ESPIRITUALIDAD CATÓLICA. Ave Gratia Plena



P. Jorge Teulón. 

Purísima María,

de luz e inspiración foco esplendente,

venero de belleza y poesía,

entusiasmo del mismo Omnipotente,

heme a tus pies; a la aureola pura

que orna tu Concepción Inmaculada

de célica hermosura,

y de esplendor que el universo admira

componer yo quisiera una tonada,

pero, ¡ah! mi pobre lira,

a emitir sus acentos no se atreve

si antes tú no la pulsas, que es muy leve

y muy bajo su tono

para llegar hasta su excelso trono.


Tiéndeme, pues, tu mano,

y ayúdame a subir hasta el augusto

asiento soberano,

donde al lado de un Dios clemente y justo,

llena de gracias brillas, que el cristiano

solo allí su esperanza y su fe encierra.

Arrástrese en buena hora por la tierra

el cantor de consejas fabulosas,

e iluminen sus locas necedades

mitológicas diosas,

no quiero yo seguir tan bajo vuelo,

yo aspiro a ser cantor de otras verdades,

las verdades altísimas del cielo,

y pues sus glorias canto

él me dé inspiración y auxilio santo.


Era un claro día

el despertar alegre y sonriente,

sus sombras ya la noche recogía

y el límpido horizonte despejado

el sol se levantaba en el Oriente

vistiendo de oro el amoroso prado.

Auras suaves y amenas,

balsámicos aromas esparcían,

y de atractivos llenas,

las flores entreabrían su capullo

a los rayos del sol se sonreían,

mientras grato murmullo

de avecillas sin cuento

blandamente se alzaba por el viento.


De pie la esbelta cumbre

de una agreste montaña

que dora el sol ardiente con su lumbre

y un río ameno baña,

una joven, hermosa como el cielo

que ornaba su cabeza

y en cuya tersa frente

la virtud reflejaba su belleza,

alzados dulcemente

sus negros ojos a la azul esfera,

con la más suave voz y una armonía

más arrebatadora

que el canto de un querube, de tal manera

entonaba esta hermosa profecía:


“Ensalza mi alma a Dios y le bendice

y se alegra mi espíritu en la gloria

del Señor que miró la humilde nada

de su rendida sierva, a quien feliz

y bienaventurada

las gentes llamarán a su memoria”.


De este modo decía

la joven de dulcísima mirada,

la que pura alegría

reflejaba en su limpia hermosa frente

en tanto que oprimía

con su pie la cerviz de una serpiente,

y allá en las blancas nubes

entre efluvios de célica ventura,

ejércitos de santos y querubes,


“Salve, salve, decían a la pura

Virgen de Nazaret, que con su planta

vence a Luzbel y su poder quebranta”.


Y el apacible río

deslizándose alegre entre guijuelas,

y el diáfano rocío,

semejando argentadas lentejuelas,

en sus trinos las aves

y el aura con sus silbos más suaves

acordes se aunaban

y pura y venturos la aclamaban.


Suspendido un momento

el cántico de amor de la mañana,

y un breve instante mudo

del bienaventurado el dulce acento,

el pausado tañer de una campana

recordando el angélico saludo

se difundió sonoro por el viento.

De inmensa muchedumbre rodeado

y ostentado en su frente una tiara

apareció un anciano venerable

al pie de la montaña arrodillado,

con la tierra su cara

pegó y alzando luego hasta la cumbre

sus ojos inundados de alegría

así habló a al cristiana muchedumbre:


“Cantemos a María,

descendientes de Adán, sea alabada

la estrella de Jacob, que rutilante

fue por Dios preservada

de toda mancha en su primer instante.


Cantad, pueblos cantad, que ya la hora

de cantar ha sonado

a la rosada y bendecida aurora

del día más hermoso y agraciado,

Cantad…” y no siguió, que de entusiasmo

un grito general se alzó allí mismo,

grito de aclamación que diera pasmo

al horrendo monarca del abismo,

y tomando el vuelo

fue a inundar de alegría al mismo cielo.


De sus tintas al límpido destello

este cuadro admiró mi fantasía,

vosotros juzgaréis si es o no bello,

vosotros hijos caros de María,

que al levantarse de la noche oscura

sobre mi frente las espesas nieblas

desapareció la luz de su hermosura

y halléme entre tinieblas,

quise aún ver a María Inmaculada

miré a mi alrededor y hallé mi nada.


Beato Saturnino Ortega Montealegre
Toledo y diciembre de 1931


La familia del niño que toma su Primera Comunión de manos del Beato Saturnino ha cedido la fotografía para este artículo. Para conocer más el martirio del Beato Saturnino Ortega Montealegre:

http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=16956&mes=9&ano=2013

Publicado en Religión en Libertad.

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