Sábado 10 de diciembre de 2011.
RESUMEN VenL. Monseñor Guido Marini, Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias expresó que durante la tormenta en la JMJ, “Estuvimos bastante serenos porque el Papa estaba muy sereno también. Por tanto, no fue tanta la turbación, sólo la preocupación de que el Santo Padre estuviera protegido de la lluvia, el viento y de posibles imprevistos. Más allá de esto, lo vivimos con una cierta serenidad y lo llevamos todos en el corazón como un recuerdo muy bonito, como sucede en estos casos”. El sacerdote italiano explica que como el viento y la tormenta no pasaban, preguntaron al Papa si quería irse. Y Benedicto XVI respondió: “Si se quedaban los jóvenes aquí a pesar de la que está cayendo, ¿cómo voy a marcharme yo?”. “El hecho de que el Papa quisiera permanecer allí pese a la lluvia y la tormenta provocó mucha simpatía y empatía con los jóvenes presentes”, expresó.
Noticia en Rome Reports.
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