Matías González. El pasado domingo, en su portal, La Nación publicaba dos interesantes notas. Una de ellas se refería al encuentro que organizará próximamente la Comisión de Pastoral Social del Episcopado. En el mismo, se convoca a dirigentes de distintas organizaciones políticas y sociales con el fin de debatir nuevas formas de hacer política y cambiar las prioridades de dicha actividad a favor del pueblo. Nos encontramos ante un episodio singular: mientras los dirigentes se empeñan en seguir “embarrando la cancha” a la hora de hacer campaña, la Iglesia se transforma en el único actor social que intenta buscar una salida a la crisis política que vive el país y tender puentes de solidaridad para sanear las instituciones de la democracia.
No es casualidad que esto suceda en el año del Bicentenario de la Patria, en el cual tristemente fue relegada de los festejos oficiales, a pesar de ser una institución crucial en la construcción de las bases y la identidad nacional. Es para destacar, por lo tanto, que La Nación cubra este evento, el cual no es, ni mucho menos, una iniciativa aislada sino que se inscribe en la trayectoria de políticas sociales del Episcopado Argentino.
En otra entrada del mismo portal, tenemos una entrevista con el sociólogo de izquierdas y reconocido homosexual Juan José Sebreli. El mismo critica al gobierno de CFK por enarbolar falsas de progresismo mientras intente imponer un autoritarismo “pragmático, que no es de izquierda ni de derecha”. Pero sobre todo, al hablar del gaymonio, resalta que a la Casa Rosada, “los gays le deben importar poco y nada” y que la ley que permite el casamiento entre personas del mismo sexo fue sólo una movida política para molestar a la Iglesia. Es esta una opinión sorprendente por su carga de verdad y por quien la emite, quien nos confirma que el Gobierno nacional continúa, así, utilizando la premisa divide et impera para satisfacer sus anhelos de poder.
En el sitio del diario Página\12 encontramos nuevos y fuertes ataques a valores tan básicos como la vida, la ley natural y la Patria misma. El martes 31 de agosto titulaba "Maestra antiabortista pasaba vídeos trucados en Rosario", en una noticia que pretende difamar en la persona de esta docente a todos quienes luchamos por el derecho a la vida. La misma, profesora de Ciencias Naturales, había exhibido a sus alumnos un audiovisual con imágenes de fetos abortados y, en contraste, la foto de un bebé sosteniendo la mano del obstetra al momento del parto. La madre de un alumno denunció a la profesora a las “autoconvocados” de Rosario, quienes junto al Ministerio de Educación local intimaron a la docente a cumplir con la ley de Educación Sexual.
La acusación se basó en que la maestra con el vídeo “impone una ideología”, ejerce “violencia simbólica” y no utiliza información “veraz y científica”. Acusaciones que fácilmente, cuando uno se para en la vereda de la justicia y la razón y defiende -como debería ser natural- el más elemental derecho a la vida humana, son más verosímiles hacia el lado opuesto.
Y en "Cruzada tardía contra el matrimonio gay" encontramos más ejemplos de la cristofobia que impera en la redacción de esta publicación, la cual va también de la mano de una suerte de aversión a la Patria y al sistema republicano. En el artículo, informa acerca del rechazo que hizo la Justicia Federal sobre el recurso de apelación presentado por un grupo de particulares contra la ley que autorizó el gaymonio. Los jueces, con esta impugnación, repudian nuestra Constitución Nacional, ya que encontraron que el Preámbulo y el artículo 2 de la misma no son fundamentación suficiente para el petitorio. Archivan y desatienden de esta forma la misma Carta Magna de la que deberían ser guardianes. Y, desde el portal del periódico, festejan la decisión que provocó una nueva derrota de los “bizarros ultra consevadores”, insultando directamente a quienes defienden la ley y el orden natural.
A modo de conclusión, es importante advertir el contraste de cómo la Iglesia se esfuerza en proteger los valores básicos que construyen una Nación mientras desde sectores afines al oficialismo se empeñan en causar división y en ir en contra del pueblo, imponiendo un régimen autoritario fundado desde sus medios de propaganda y en el cual no puede haber una verdadera diversidad y libertad de expresión.
No es casualidad que esto suceda en el año del Bicentenario de la Patria, en el cual tristemente fue relegada de los festejos oficiales, a pesar de ser una institución crucial en la construcción de las bases y la identidad nacional. Es para destacar, por lo tanto, que La Nación cubra este evento, el cual no es, ni mucho menos, una iniciativa aislada sino que se inscribe en la trayectoria de políticas sociales del Episcopado Argentino.
En otra entrada del mismo portal, tenemos una entrevista con el sociólogo de izquierdas y reconocido homosexual Juan José Sebreli. El mismo critica al gobierno de CFK por enarbolar falsas de progresismo mientras intente imponer un autoritarismo “pragmático, que no es de izquierda ni de derecha”. Pero sobre todo, al hablar del gaymonio, resalta que a la Casa Rosada, “los gays le deben importar poco y nada” y que la ley que permite el casamiento entre personas del mismo sexo fue sólo una movida política para molestar a la Iglesia. Es esta una opinión sorprendente por su carga de verdad y por quien la emite, quien nos confirma que el Gobierno nacional continúa, así, utilizando la premisa divide et impera para satisfacer sus anhelos de poder.
En el sitio del diario Página\12 encontramos nuevos y fuertes ataques a valores tan básicos como la vida, la ley natural y la Patria misma. El martes 31 de agosto titulaba "Maestra antiabortista pasaba vídeos trucados en Rosario", en una noticia que pretende difamar en la persona de esta docente a todos quienes luchamos por el derecho a la vida. La misma, profesora de Ciencias Naturales, había exhibido a sus alumnos un audiovisual con imágenes de fetos abortados y, en contraste, la foto de un bebé sosteniendo la mano del obstetra al momento del parto. La madre de un alumno denunció a la profesora a las “autoconvocados” de Rosario, quienes junto al Ministerio de Educación local intimaron a la docente a cumplir con la ley de Educación Sexual.
La acusación se basó en que la maestra con el vídeo “impone una ideología”, ejerce “violencia simbólica” y no utiliza información “veraz y científica”. Acusaciones que fácilmente, cuando uno se para en la vereda de la justicia y la razón y defiende -como debería ser natural- el más elemental derecho a la vida humana, son más verosímiles hacia el lado opuesto.
Y en "Cruzada tardía contra el matrimonio gay" encontramos más ejemplos de la cristofobia que impera en la redacción de esta publicación, la cual va también de la mano de una suerte de aversión a la Patria y al sistema republicano. En el artículo, informa acerca del rechazo que hizo la Justicia Federal sobre el recurso de apelación presentado por un grupo de particulares contra la ley que autorizó el gaymonio. Los jueces, con esta impugnación, repudian nuestra Constitución Nacional, ya que encontraron que el Preámbulo y el artículo 2 de la misma no son fundamentación suficiente para el petitorio. Archivan y desatienden de esta forma la misma Carta Magna de la que deberían ser guardianes. Y, desde el portal del periódico, festejan la decisión que provocó una nueva derrota de los “bizarros ultra consevadores”, insultando directamente a quienes defienden la ley y el orden natural.
A modo de conclusión, es importante advertir el contraste de cómo la Iglesia se esfuerza en proteger los valores básicos que construyen una Nación mientras desde sectores afines al oficialismo se empeñan en causar división y en ir en contra del pueblo, imponiendo un régimen autoritario fundado desde sus medios de propaganda y en el cual no puede haber una verdadera diversidad y libertad de expresión.
Matías González.
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Agradezco muchísimo a LHV por este artículo. Esto deja bien claro cual es la postura destructiva de este gobierno antieclesial. Un gobierno argentino que busque destruir a la Iglesia Católica, atenta contra los principios fundamentales de esta nación. Los "K" buscan destruir nuestra querida Argentina. Seamos valientes testigos de la Verdad defendiendo a la Iglesia Católica, y de ese modo estaremos buscando el mayor bien para nuestro país.
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