En el programa de LHV emitido el miércoles 13 de octubre, entrevistamos al P. Osvaldo Leone, director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Argentina, con motivo del III Encuentro Nacional de Grupos Misioneros, celebrado en la ciudad de San Miguel, los días 9, 10 y 11 de octubre. Sobre la labor que las obras están desarrollando actualmente, expresó que “en todo el mundo… las obras misionales pontificias están para servir, de lo contrario no tendrían razón de ser. Las obras son del Papa, precisamente para esto fueron creadas desde sus fundadores. Fue con esta actitud de servicio, de colaboración para con nuestros obispos en las diócesis, en las congregaciones, con cada sacerdote, en las comunidades parroquiales". Y agregó que “por excelencia, el octubre misionero, es un mes en el año para animar, reavivar, para despertar la conciencia misionera de todos y cada uno de los bautizados. La dimensión misionera debe ser el eje transversal de todas las pastorales… No puede haber solo algunas personas que sean o que se digan misioneras, sino que todos los bautizados, estén donde estén prestando diferentes servicios en la Iglesia, deben ser y deben sentirse misioneros por el bautismo precisamente”.
Refiriéndose a los distintos aspectos de la concienciación de la causa misionera, el P. Leone destacó que la función de los pastores “en cada diócesis tiene su propio proceso, su camino… En cada región van caminando hacia ese llamado que han hecho nuestros obispos desde Aparecida a través de los planes de pastoral, de los encuentros, de los congresos, …en las homilías de nuestros obispos, en las comunidades parroquiales, en las misiones diocesanas, se va viendo este espíritu de Aparecida cómo va impregnando el perfume de la misión. Es la obra de Dios…ver cómo podemos ir creciendo en este aspecto en la dimensión misionera”. Y, por otra parte, resaltó la importancia de la colaboración económica al aclarar que “lo manda la Iglesia, incluso es una colecta a nivel mundial...”. Explicó que “esta colecta por las misiones está destinada para ayudar en tierra de misión en los proyectos donde hay mayor necesidad o hay menos posibilidades que las que tenemos nosotros aquí en nuestro país. Por eso es importante una vez al año unirse toda la Iglesia argentina. Y añadió: “hay distintas maneras de cooperar espiritualmente, pero este es un gesto concreto de todas las diócesis del país de cooperar materialmente con aquellos proyectos que se financian, que sostienen las obras misionales gracias a la ayuda de todas las iglesias del mundo”.
Finalmente, el director nacional de OMP no olvidó la importante labor de cooperación que ejercen “los grupos de Infancia y Adolescencia Misionera, que es en definitiva esto que también llama Aparecida: hacer que la conciencia misionera se pueda impregnar desde la niñez… porque es semillero de vocaciones”. “Esta obra fundada en 1843, puede hacer mucho más bien en nuestra patria, en nuestra Argentina, en la medida que se la difunda, que se la acompañe, pero también en la formación de los animadores. Yo les digo que los grupos de la IAM van a prosperar en tanto en cuanto los animadores tengan una formación, no solo doctrinal sino también espiritual”.
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