16 jun 2011

OPINIÓN. Sobre la crisis que está atravesando España II




Gorrión. Siguiendo con nuestra reflexión, recordemos que en aquel momento, en abril de 2010, y ya metidos de lleno en la crisis, se multiplicaban los falsos profetas que ofrecían “el oro y le moro” y que anunciaban un mundo maravilloso (los falsos profetas siempre se caracterizan por eso, precisamente) en el que se saldría automáticamente de esta crisis sin mover un solo dedo, o atendiendo exclusivamente a cuestiones materiales o técnicas.

En medio de estos cantos de sirena, ¿se oía? casi imperceptible, la voz de la Doctrina Social de la Iglesia.

Esa voz fue desoída o ni siquiera escuchada, como “la piedra que despreciaron los arquitectos”. Pero debe convertirse en piedra angular para que podamos hacer de esta crisis una oportunidad de crecimiento y de sanación personal y social.

Manos a la obra.

El primer paso es reconocer lo que ya un año antes había afirmado con toda claridad y rotundidad Benedicto XVI: que “esta crisis no sólo es material, sino que es reflejo de otra mayor que es de orden espiritual” [1].

Sí, la causa remota –y no tan remota- está en “el egoísmo, la sed de poder, el afán de riquezas, y todo esto con el apellido de ‘a cualquier precio’”. Ejemplos de esto tenemos, desgraciadamente, en todas las esferas de la sociedad española y, de manera más escandalosa, entre aquellos que están revestidos de autoridad. Una sociedad neo-pagana que está rechazando la fe que la hizo unida y grande.

“Haciendo alarde de sabios se convirtieron en necios” (Rom 1, 22). Esto es lo que ha pasado. Y ahora, viendo los vidrios tirados por el piso, parece que se empieza a ver la realidad. O, por lo menos, a plantearse con cierta seriedad la posibilidad de estar equivocados: “Entonces se les abrieron los ojos y descubrieron que estaban desnudos” (Gn 3, 7). “Después de haberlo gastado todo, sobrevino una fuerte hambre en aquella tierra y comenzó a sentir necesidad. Entonces recapacitó y dijo: ‘¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre!’. Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, pequé contra el Cielo y contra ti’” (Lc 15, 14. 17-18).

Ojalá que así sea. “Un corazón quebrantado y humillado, Dios no lo desprecia”.

Continuará...

[1] Recepción del Papa Benedicto XVI a las autoridades civiles de Roma, 12 de Enero de 2009.

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1 comentario:

  1. Este pájaro se llamará gorrión, pero tiene las garras de un águila. Muy bien gorrión.
    A ver si ZP y su pandilla se va y vienen otros para levantar España.

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