28 jun 2012

ESPIRITUALIDAD CATÓLICA. Uruñuela, 1912-2012. I


P. Jorge Teulón. Dentro de unas semanas se conmemorarán los cien años de la creación del Sindicato Agrícola Católico de Uruñuela por el Siervo de Dios Juan González Mateo, cuya causa de beatificación por martirio se tramita en nuestra Archidiócesis de Toledo.

A escasos kilómetros de Nájera (La Rioja) se encuentra la villa de Uruñuela que fue fundada en el siglo X, por el Rey Don García Sánchez III de Navarra “el de Nájera” con el objetivo de repoblar las tierras riojanas tras la invasión musulmana. En un documento de 1052, conservado en el archivo General de Simancas, se hace la primera mención a Uruñuela.

En la página web del Ayuntamiento podemos leer:

Uruñuela está “situada en el valle del río Yalde, el cual desemboca en el Najerilla, una de las grandes cuencas que forma la columna vertebral de La Rioja. Los terrenos de cultivos suman más de 800 hectáreas, pero el cultivo estrella es la vid. Uruñuela se encuentra en una zona privilegiada, no sólo el clima riojano es determinante de la calidad de sus vinos, sino también el tipo de suelo sobre el que se asienta la vid que confiere características particulares a la uva. La ganadería cuenta con varias granjas, tanto porcinas como avícolas. La actividad industrial se manifiesta en pequeñas instalaciones relacionadas con el sector alimentario (harinas, piensos y encurtidos) así como talleres metálicos o también la explotación de graveras dentro del término municipal. La población que actualmente se asienta en la villa eleva a más de 900 habitantes”.

Primero presentaremos la figura del sacerdote y mártir, que fue párroco de Uruñuela por espacio de once años.


Siervo de Dios Juan González Mateo

Juan nació en Corella (Navarra) el 20 de julio de 1884. Cumplidos los doce años ingresó en el Seminario de San José (Burgos). Demostró gran aptitud y magníficas cualidades en sus años de estudio. Fue ordenado sacerdote el 13 de junio de 1908. El 24 de junio de 1908 fue nombrado coadjutor de la parroquia de San Gil de Cerrera del Río Alhama (La Rioja), cuyo cargo desempeñó hasta que el 18 de octubre de 1910 fue nombrado cura ecónomo de Uruñuela (La Rioja).

Durante toda su vida trabajó con celo e inteligencia en el campo de la acción social católica, habiendo inspirado iniciativas y secundando con entusiasmo las de la Federación Agricolas Católicos de La Rioja. Por sus muchos trabajos realizados, fue nombrado hijo adoptivo y predilecto de Uruñuela (La Rioja), llevando su nombre una de las calles.

Mediante oposición ganó una canonjía el 31 de enero de 1921 para la Santa Iglesia Catedral Primada de Toledo. También ejerció durante muchos años como profesor del Seminario Conciliar de Toledo.

Una memoria que nos traslada al año 1916.

Don Alejandro Sáez González, sacerdote e hijo del pueblo, que pertenece al Cabildo de Santa María La Redonda de Logroño, envió a la Postulación la “Memoria del Sindicato Agrícola Católico y Caja Rural de Uruñuela” que editó en 1916 la imprenta y librería de “El Riojano” de Logroño.

En la página tres podemos leer:

“Ignoraba este pueblo que tenía en su seno, como enviado del Señor, un párroco joven, ilustrado, dignísimo, dotado de un corazón y de un alma de apóstol, dispuesto a trabajar infatigablemente y a sacrificarse gustosos por salvarlo. Con letras de oro desearíamos dejar consignados los innumerables e inmensos beneficios que este pueblo le debe. El nombre del Lcdo. D. Juan González Mateo, marca nueva era en la historia de este pueblo y todos sus habitantes lo llevamos grabado en nuestro corazón, porque él fue el fundador del Sindicato Agrícola Católica de Uruñuela.

¡Con qué desconfianza fueron escuchadas sus primeras confidencias e instrucciones! ¡Qué de suspicacias, pequeñeces y recelos sin fundamento de ninguna clase! Y para que la verdad ceda en su honor y en beneficio de otros muchos que miran con recelo a estas entidades. ¡Cuántas veces le tratamos de soñador, de temerario… y hasta ver segundas miras donde sólo se trataba de nuestro provecho!

Aquella responsabilidad solidaria que nos anunciaba, nos parecía un precipicio y, el espíritu social que tanto se nos encarecía nos parecía imposible de conseguir en un pueblo sembrado de rencores y divorciado por la política.

La imperiosa necesidad y las luminosas instrucciones de nuestro párroco derribaron al fin estos escollos y, el día 14 de julio del año 1912, reunidos en la casa Consistorial, quedó levantada acta de constitución de nuestro Sindicato e inscriptos en el “Libro de Registros” 54 socios.

Tres días más tarde fue presentado nuestro Reglamento e inscrito nuestro Sindicato en el Registro del Gobierno Civil de la Provincia, uniéndose desde aquel momento a la Federación de Sindicatos Agrícolas Católicos de la Rioja”.

Continuará...

Publicado en Religión en Libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario