1 dic 2012

OPINIÓN. Divina Misericordia para "las fibras sensibles más profundas del corazón humano"


Fray Tuk. El instrumento de trabajo para el Sínodo identificó como uno de los mayores desafíos evangelizar al hombre contemporáneo que ha suprimido a Dios de su horizonte. El cardenal Dziwisz propone como camino óptimo el mensaje de la Divina Misericordia.


La intervención del Cardenal Stanisław Dziwisz, arzobispo de Cracovia, es una de las que no he encontrado modo de resumir. Propone como camino espiritual para que el hompre postmoderno salga de su autosuficiente desierto interior, el mensaje de la Divina Misericordia. Cuando empecé a leer por primera vez la ponencia de Dziwisz, al llegar a las palabras "Divina Misericordia" me di cuenta de que se trataba del cardenal del que mi gran amigo y excelente sacerdote, el padre Rafaél Pérez, me había hablado el año pasado. Rafael tuvo la oportunidad de charlar detenidamente con el actual arzobispo de Cracovia, cuarenta años secretario personal de Juan Pablo II, para la elaboración de su enjundioso libro titulado Soy Rey de Misericordia. Descifrando un mensaje escondido (recensionado en Intereconomía TV; interesante crónica del padre Rafael al II Congreso Mundial de la Divina Misericordia en 1 2 3).

La noticia aparecida hoy en La Gaceta sobre el fabuloso impacto viral del gesto de misericordia de un policía de Nueva York a un mendigo puede tomarse como una confirmación de la propuesta de Dziwisz: el hombre de hoy es sensible al lenguaje del amor gratuito desinteresado.

Los títulos y el resaltado son míos. Se comenta solo.

El hombre contemporáneo sin Dios.

"El Instrumentum laboris presenta la situación del hombre contemporáneo como la de un "prisionero en un mundo que prácticamente ha suprimido la cuestión de Dios de su horizonte". La nueva evangelización -afirma el documento- debería probar a recuperar esta pregunta sobre Dios y ayudar al hombre a salir del "desierto interior" (cf. 86)".

Divina Misericordia para curar la autosifuciencia.

"Surge la pregunta de cómo hacer salir al hombre de este desierto. Una cosa es segura. La ciencia no es suficiente. Los documentos no son suficientes. Nuestros organismos eclesiásticos no son suficientes. Estos, como tales, no llegan todavía al corazón del hombre. Un signo característico de nuestros tiempos es que la Iglesia hoy habla de manera más eficaz cuando se expresa con el mensaje de la Divina Misericordia. Parece que este discurso llega sobre todo al hombre cerrado en sí mismo, enredado en el pecado y en una aparente autosuficiencia, pero en busca del sentido de la vida y de unos motivos para la esperanza".

Un mensaje nacido entre totalitarismos inhumanos.

"La Iglesia de Cracovia es el lugar y el centro privilegiado en el que el siglo pasado -marcado por el dominio de los sistemas totalitarios ateos y, como tales, inhumanos- se dejó oír la invocación de la misericordia. Dios se ha servido de una humilde religiosa, santa Faustina Kowalska, así como de un sabio y santo pastor, el cardenal Karol Wojtyła-Juan Pablo, para que la eterna verdad sobre Dios rico en misericordia (Ef 2,4) resonase de modo más relevante en el agitado mundo de hoy. "La humanidad no encontrará paz hasta que no regrese a la fuente de la misericordia", que está en Jesús (Diario 699)".

"Método de formación de cristianos observantes y responsables".

"Parece que el hombre de hoy ha conseguido salvar en sí mismo la sensibilidad hacia una misericordia desinteresada. Y precisamente esta -la misericordia de Dios que se inclina sobre su suerte- puede hacerse oír y tocar las fibras sensibles más profundas del corazón humano. La devoción a la divina Misericordia se ha convertido en un método de formación de cristianos observantes y responsables. Hablo y doy testimonio de ello para indicar uno de los caminos comprobados a través del que podemos emprender la nueva evangelización. Cor ad cor loquitur. El corazón de Dios misericordioso habla al corazón del hombre".

Publicado en Certeza católica.
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