23 de diciembre de 2010. Querido Arturo:
Ya estamos celebrando las Navidades 2010-2011 en cada Comunidad, compartiendo algunos juguetes, chocolate caliente y panes dulces de nuestra panadería en las Comunidades que hemos visitado ya. Esta semana y hasta el 6 de enero seguiremos recorriendo una por una las demás, y espero no dejar ninguna olvidada.
Ya estamos celebrando las Navidades 2010-2011 en cada Comunidad, compartiendo algunos juguetes, chocolate caliente y panes dulces de nuestra panadería en las Comunidades que hemos visitado ya. Esta semana y hasta el 6 de enero seguiremos recorriendo una por una las demás, y espero no dejar ninguna olvidada.
En cada una nos reunimos en la Capilla para colocar con los más pequeños el Nacimiento. Es sencillo pero hermoso. Los niños buscan musgo, piedras... para encima colocar las figuras que nosotros traemos y que allí quedarán hasta el final de la Navidad. A modo de luces, unas sencillas velitas. Un sencillo arco de flores hecho con todo cariño resalta la divinidad del Niño Dios. Ver los rostros de los niños, maravillados ante el milagro del nacimiento de Dios-con-nosotros, es algo que nunca me cansará. Sus mayores también se contagian y por unos momentos olvidan tantas vanidades que les alejan de esta verdad misteriosa. Verdaderamente son momentos únicos y entrañables.
Rezamos juntos el Rosario y celebramos la Misa de Navidad. Cristo se hace presente, el mismo que nació en Belén, el mismo que adoras en tu Sagrario. ¡Es realmente Navidad! Terminamos juntos compartiendo una chocolatada con los panes dulces. Y cada niño recibe un pequeño juguete.
El domingo celebramos en Progreso con nuestros abuelos. Vinieron como siempre más de ochenta. La Misa fue hermosa, con mucha participación de jóvenes, familias y mayores. Ver el fervor de estos fieles es algo que siempre me impresiona.
Tras la Misa en la Parroquia, almorzamos todos juntos en la Casa. El sábado habíamos matado a nuestro “cerdo cebado” (Ricky era su nombre...), así que pudimos hacer un plato especial para todos. Y cada uno de los abuelitos pudo llevarse un obsequio sencillo pero preparado con todo cariño la noche anterior (hasta bien tarde) por los jóvenes: un baldecito de plástico con una ropa, una bolsa de arroz o azúcar, y alguna bella imagen religiosa. Todo envuelto en un bonito papel. Para estos abuelos, tan olvidados incluso de sus familias, este sencillo regalo se convierte en algo muy importante y único. Pueden llegar a sus casas, por una vez, con las manos “llenas”. Pueden invitar a sus nietos. Pueden compartir algo suyo. Después de hablar a tantas personas de Jesús y de su mensaje de salvación,me siento a menudo compadecido de ellos: Son muchos y no tienen nada. Igual que en tiempos de Jesús, puedo decir a los jóvenes: “denles ustedes de comer”. Y el milagro de la multiplicación se repite así día tras día en nuestra mesa.
Hoy hemos tomado un respiro para preparar nuestras próximas visitas: mañana a Chuchauccasa, a Paccayura, a Ccasancca, a Capillayoc... Realmente la Parroquia es grande y estaremos celebrando la Navidad hasta su octava.
La Nochebuena espero celebrarla en Progreso y la Navidad en Huayllati, desde donde seguiré caminando a las Comunidades que faltan.
Te escribiré pasadas las fiestas, pero quiero que sepas que les tengo siempre muy presentes en mis pensamientos y en mis oraciones. Gracias por todo.
Reza por mí.
P. Jorge de Villar.
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Rezamos juntos el Rosario y celebramos la Misa de Navidad. Cristo se hace presente, el mismo que nació en Belén, el mismo que adoras en tu Sagrario. ¡Es realmente Navidad! Terminamos juntos compartiendo una chocolatada con los panes dulces. Y cada niño recibe un pequeño juguete.
El domingo celebramos en Progreso con nuestros abuelos. Vinieron como siempre más de ochenta. La Misa fue hermosa, con mucha participación de jóvenes, familias y mayores. Ver el fervor de estos fieles es algo que siempre me impresiona.
Tras la Misa en la Parroquia, almorzamos todos juntos en la Casa. El sábado habíamos matado a nuestro “cerdo cebado” (Ricky era su nombre...), así que pudimos hacer un plato especial para todos. Y cada uno de los abuelitos pudo llevarse un obsequio sencillo pero preparado con todo cariño la noche anterior (hasta bien tarde) por los jóvenes: un baldecito de plástico con una ropa, una bolsa de arroz o azúcar, y alguna bella imagen religiosa. Todo envuelto en un bonito papel. Para estos abuelos, tan olvidados incluso de sus familias, este sencillo regalo se convierte en algo muy importante y único. Pueden llegar a sus casas, por una vez, con las manos “llenas”. Pueden invitar a sus nietos. Pueden compartir algo suyo. Después de hablar a tantas personas de Jesús y de su mensaje de salvación,me siento a menudo compadecido de ellos: Son muchos y no tienen nada. Igual que en tiempos de Jesús, puedo decir a los jóvenes: “denles ustedes de comer”. Y el milagro de la multiplicación se repite así día tras día en nuestra mesa.
Hoy hemos tomado un respiro para preparar nuestras próximas visitas: mañana a Chuchauccasa, a Paccayura, a Ccasancca, a Capillayoc... Realmente la Parroquia es grande y estaremos celebrando la Navidad hasta su octava.
La Nochebuena espero celebrarla en Progreso y la Navidad en Huayllati, desde donde seguiré caminando a las Comunidades que faltan.
Te escribiré pasadas las fiestas, pero quiero que sepas que les tengo siempre muy presentes en mis pensamientos y en mis oraciones. Gracias por todo.
Reza por mí.
P. Jorge de Villar.
El día de las Primeras Comuniones en Progreso. Estábamos empezando a adornar la Iglesia para Navidad.
Una Capilla que necesita urgentemente arreglos...
Navidades en algunas Comunidades: el estupor de las almas limpias ante el Misterio del nacimiento de Dios es una constante.
Nuestros abuelitos, felices el domingo.
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Quiciera comentar algo pero, simplemente me quedé sin palabras, las fotos lo dicen todo.
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