Lunes 26 de marzo de 2012.
Manifestantes provida, esperando las palabras del cardenal de Buenos Aires
en el Día del Niño por Nacer tras la reciente decisión abortista de la Corte Suprema.
REDACCIÓN VenL. El 7 de diciembre de 1998 el ex Presidente de Argentina, Carlos Saúl Menem, estableció en el decreto número 1406/98 el 25 de marzo como Día del Niño por Nacer. La fecha fue escogida por ser el día en que los católicos, que constituyen en torno al 90% de la población, suelen celebrar la Solemnidad de la Anunciación, cuando Jesucristo fue concebido en el seno de María por obra del Espíritu Santo. Con motivo de este día, el 'Foro de la Familia y de la Vida' organizó ayer en la ciudad de Buenos Aires la IV Marcha por la Vida. A las 16.30 se reunieron frente al Congreso Nacional más de mil personas a pesar de la persistente llovizna. La marcha, entre cánticos y consignas provida, cruzó la Avenida 9 de Julio por Avenida de Mayo, con la colaboración de la Policía Federal, en dirección a la Catedral Primada de Buenos Aires.
La Misa fue presidida por el cardenal arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, quien lamentó que "el egoísmo nos lleva a apegarnos a nuestra propia vida, hasta tal punto de disimular la situación de peligro o de injusticia de otras vidas, vidas que están en camino, están por nacer", y sugirió que "cuidar la vida entraña el cuidarnos entre nosotros, el más pequeñito, que apenas se ve en una ecografía, el más anciano, añejo de sabiduría por haber caminado y trabajado con dignidad". A concluir la Celebración de la Eucaristía, se leyó el saludo y la bendición del papa BenedictoXVI a los organizadores y participantes de la Marcha y el Rosario por la Vida.
A continuación se expuso el Santísimo Sacramento para la adoración y comenzó el Rosario por la Vida. Esta iniciativa se realizó por primera vez en 2004 en la plaza Pizzurno, el día del Niño por Nacer, y luego se pasó a efectuarlo en la basílica de Nuestra Señora del Pilar. Desde su comienzo se realizó según el permiso del cardenal Bergoglio, y en 2011 se efectuó por primera vez en la Catedral Metropolitana. El primer misterio fue ofrecido por un grupo de jóvenes que pidieron por los médicos y profesionales de la salud. El segundo lo ofreció una religiosa por los matrimonios y las familias. El tercer misterio lo dirigió una familia numerosa que pidió por los pobres. En el cuarto se pidió por los gobernantes y lo rezó una madre embarazada. En el último misterio un matrimonio, abuelos de 42 nietos, lo ofreció por los ancianos. En todo momento la Catedral de Buenos Aires estuvo colmada de fieles.
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