Lunes 26 de noviembre de 2012.
TRADUCCIÓN VenL. El presidente se ha hecho cargo de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. El Fiscal General de Egipto, Abdel Mahmoud Meguid, ha sido despedido por haber estado estrechamente asociado al régimen de Mubarak. El portavoz de la Iglesia católica teme la aplicación de la sharia en un país dominado por una minoría islamista. Jóvenes manifestantes toman la plaza Tahrir..
"Egipto está en grave peligro. La Hermandad Musulmana controla ahora todos los poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Nadie puede detenerlos", dijo a la agencia del PIME Greiche P. Rafic. Las recientes enmiendas constitucionales del presidente son "un intento de dar a los Hermanos Musulmanes y a los salafistas un dominio absoluto sobre el poder". Según el clérigo, la Hermandad Musulmana está siguiendo un plan preciso para colocar Egipto bajo la Sharia.
La polarización de Egipto era evidente en las calles de El Cairo por las manifestaciones puestas en marcha. Frente a la sede del partido “Justicia y Libertad”, miles de islamistas celebraron la "victoria" de Morsi sobre los opositores a la sharia. Los partidarios de la democracia se reunieron a su vez en la plaza Tahrir para conmemorar la masacre de la calle Mohamed Mahmoud y para hacer un llamamiento a todos los egipcios a reunirse en una nueva revolución contra el dominio de la Hermandad Musulmana.
Con un golpe de pluma, el presidente Morsi ha cambiado por decreto la constitución, colocando su Oficina por encima de los tribunales, incluido el Tribunal Constitucional. Con una ley promulgada en junio estableció que todas las declaraciones, leyes y decretos emitidos por el presidente son definitivos y vinculantes y que están más allá de cualquier institución estatal. A manera de pacificador, el presidente egipcio ha propuesto reabrir los juicios contra los funcionarios policiales involucrados en la violencia contra los manifestantes de la plaza Tahrir. También aumentó los subsidios a los “mártires” de la revolución. Según el P. Greiche, mediante esta iniciativa el líder islamista quiere distraer a la opinión pública de su verdadero objetivo. Con otros decretos protege el ahora disuelto Consejo de la Shura de las acusaciones de inconstitucionalidad, y coloca en sus manos el poder de disolver la Asamblea Constituyente dominada por los islamistas. "Morsi espera que los liberales y cristianos abandonen sus asientos para que sólo los islamistas intervengan en la redacción de la constitución y nadie los detendrá", dijo el sacerdote. "La única manera es votar 'No' en el referéndum constitucional. Sin embargo, el 40 por ciento de las personas son pobres, viven en zonas rurales, donde los islamistas son fuertes porque compran votos, dando a cambio bolsas de grano, carne y arroz". Sin embargo, "el partido que actualmente obtiene el mayor apoyo vocal es el partido liberal. En caso de elecciones, ganaría por mayoría de votos. Los Islamistas son una minoría y no quieren una nueva encuesta", dijo el P. Greiche.
Ahora muchos se preguntan cómo el líder de la Hermandad Musulmana podría centralizar tanto poder en una Oficina que, en sus propias palabras, es meramente representativa. Tras afirmar que defendía los ideales de la Revolución de los Jazmines, Morsi ha sustituido a todos los magistrados y jueces nombrados por Mubarak y sus compinches. El último en ser reducido fue el Fiscal General Abdel Meguid Mahmoud, un oponente de Morsi que durante meses había estado tratando de disolver la Asamblea Constituyente, dominada por los islamistas. En su lugar, el nuevo hombre fuerte de Egipto es Talaat Mohamed Ibrahim Abdullah, ex vicepresidente del Tribunal Constitucional y cercano a la Hermandad Musulmana. En la prensa egipcia, muchos liberales criticaron al presidente por su acción, al igual que muchos ciudadanos de a pie. Para Mohamed el-Baradei, ex presidente de la Agencia de Energía Atómica Internacional y ex candidato presidencial, "Morsi hoy ha usurpado todos los poderes del Estado y se ha constituido a sí mismo en el nuevo Faraón de Egipto. Ha sido un duro golpe a la revolución que podría traer graves consecuencias."
Los manifestantes anti-islámicos prendieron fuego a las oficinas que el partido “Justicia y Libertad” tiene en Ismailiya, Suez y Port Said. En Alejandría estallaron violentos enfrentamientos entre los jóvenes activistas de los partidos pro-democráticos y los Hermanos Musulmanes.
La polarización de Egipto era evidente en las calles de El Cairo por las manifestaciones puestas en marcha. Frente a la sede del partido “Justicia y Libertad”, miles de islamistas celebraron la "victoria" de Morsi sobre los opositores a la sharia. Los partidarios de la democracia se reunieron a su vez en la plaza Tahrir para conmemorar la masacre de la calle Mohamed Mahmoud y para hacer un llamamiento a todos los egipcios a reunirse en una nueva revolución contra el dominio de la Hermandad Musulmana.
Con un golpe de pluma, el presidente Morsi ha cambiado por decreto la constitución, colocando su Oficina por encima de los tribunales, incluido el Tribunal Constitucional. Con una ley promulgada en junio estableció que todas las declaraciones, leyes y decretos emitidos por el presidente son definitivos y vinculantes y que están más allá de cualquier institución estatal. A manera de pacificador, el presidente egipcio ha propuesto reabrir los juicios contra los funcionarios policiales involucrados en la violencia contra los manifestantes de la plaza Tahrir. También aumentó los subsidios a los “mártires” de la revolución. Según el P. Greiche, mediante esta iniciativa el líder islamista quiere distraer a la opinión pública de su verdadero objetivo. Con otros decretos protege el ahora disuelto Consejo de la Shura de las acusaciones de inconstitucionalidad, y coloca en sus manos el poder de disolver la Asamblea Constituyente dominada por los islamistas. "Morsi espera que los liberales y cristianos abandonen sus asientos para que sólo los islamistas intervengan en la redacción de la constitución y nadie los detendrá", dijo el sacerdote. "La única manera es votar 'No' en el referéndum constitucional. Sin embargo, el 40 por ciento de las personas son pobres, viven en zonas rurales, donde los islamistas son fuertes porque compran votos, dando a cambio bolsas de grano, carne y arroz". Sin embargo, "el partido que actualmente obtiene el mayor apoyo vocal es el partido liberal. En caso de elecciones, ganaría por mayoría de votos. Los Islamistas son una minoría y no quieren una nueva encuesta", dijo el P. Greiche.
Ahora muchos se preguntan cómo el líder de la Hermandad Musulmana podría centralizar tanto poder en una Oficina que, en sus propias palabras, es meramente representativa. Tras afirmar que defendía los ideales de la Revolución de los Jazmines, Morsi ha sustituido a todos los magistrados y jueces nombrados por Mubarak y sus compinches. El último en ser reducido fue el Fiscal General Abdel Meguid Mahmoud, un oponente de Morsi que durante meses había estado tratando de disolver la Asamblea Constituyente, dominada por los islamistas. En su lugar, el nuevo hombre fuerte de Egipto es Talaat Mohamed Ibrahim Abdullah, ex vicepresidente del Tribunal Constitucional y cercano a la Hermandad Musulmana. En la prensa egipcia, muchos liberales criticaron al presidente por su acción, al igual que muchos ciudadanos de a pie. Para Mohamed el-Baradei, ex presidente de la Agencia de Energía Atómica Internacional y ex candidato presidencial, "Morsi hoy ha usurpado todos los poderes del Estado y se ha constituido a sí mismo en el nuevo Faraón de Egipto. Ha sido un duro golpe a la revolución que podría traer graves consecuencias."
Los manifestantes anti-islámicos prendieron fuego a las oficinas que el partido “Justicia y Libertad” tiene en Ismailiya, Suez y Port Said. En Alejandría estallaron violentos enfrentamientos entre los jóvenes activistas de los partidos pro-democráticos y los Hermanos Musulmanes.
Noticia en Asia News.
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