Fray Tuk. El arzobispo argentino de La Plata, Héctor Aguer, se atrevió a denunciar ciertos cánceres eclesiales que deterioran gravemente la evangelización: el disenso, y la crisis de la metafísica y de la teología fundamental.
Después de la recensión sobre las relaciones de América, Europa, Asia, África y Oceanía en el pasado Sínodo de los Obispos, me dispongo a acercarles las ponencias que, a mi entender, sumaron las aportaciones más valiosas al tema tratado, la Nueva Evangelización. Muy breve pero sin desperdicio la intervención de Aguer, que no he podido sino adjuntar íntegramente en los distintos apartados.
Errores teológicos y filosóficos de los evangelizadores.
"Entre las causas de la situación actual de la fe hay que considerar los errores teológicos y filosóficos que circulan en los centros académicos, seminarios y noviciados y que se divulgan mediante la predicación y la catequesis para confusión del pueblo de Dios. La nueva evangelización requiere superar esos defectos que debilitan la certeza de la fe". ¿Cómo puede la Iglesia Católica pretender acercar a la fe a los alejados o a los no creyentes, si un alto porcentaje de teólogos, predicadores, maestros y catequistas denostan a sus anchas esa fe en los propios púlpitos eclesiales? Cantidades ingentes de 'católicos' utilizan las instituciones de la Iglesia para desdeñar la enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica, que ahora tantos obispo mencionan en este Sínodo, pero que pocos se preocupan eficazmente de que guíe la formación católica en sus diócesis. Eso por no hablar de los prelados que desprecian activamente a quienes son fieles al Catecismo, tachándolos de 'exagerados'. El que quiera ver rechazada la doctrina del Catecismo, que anote a su hijo a ciertas escuelas 'católicas', que se inscriba en ciertos 'seminario catequísticos', que haga ciertos cursillos 'teológicos', o que compre un libro en ciertas librerías 'católicas'.
Evangelizadores fieles al Magisterio de la Iglesia.
"Cuidar que la formación de los agentes pastorales se ajuste al Magisterio de la Iglesia". ¿Cuántos alumnos aprenden a avergonzarse o incluso a odiar la historia de la Iglesia y la enseñanza del magisterio eclesial en ecuelas católicas, centros de formación catequística o institutos teológicos? Esos docentes, en el colmo de la incoherencia y de la sinvergonzonería, cobran su sueldo de la institución cuya doctrina rechazan y enseñan a rechazar. Si fuesen coherentes fundarían su propia iglesia o cambiarían de profesión. El colmo de la inoperancia es el de quien tiene autoridad y no toma las medidas oportunas.
Evangelizadores expertos en humanismo católico.
"Ante la emergencia de la cuestión antropológica, importa destacar la mediación de la filosofía, de una consideración metafísica de la persona que recoja y trascienda los válidos aportes científicos. Desde allí, por vía de participación, se abre el acceso al fundamento absoluto, a Dios. En el pensamiento cristiano se armonizan teocentrismo y centralidad del hombre, como alternativa al antropocentrismo radical que proponen algunas corrientes contemporáneas". Remito a mi artículo de agosto de 2010: Ser o no ser simios, esa es la cuestión.
Evangelizadores que saben fundamentar su fe.
"Se hace necesario desarrollar una nueva apologética, un discurso en favor de la fe cristiana, tanto de nivel académico cuanto catequístico-popular, que sea un itinerario propuesto a la inteligencia y al corazón de los hombres y las mujeres de hoy". A nivel académico católico la apologética está muy mal vista, en una concepción protestantizante de que la fe, para ser verdadera fe, debe carecer de fundamentos. 'Fides et ratio' de Juan Pablo II pone las cosas en su lugar magistralmente. Sin embargo, se puede terminar los estudios eclesiásticos en demasiados lugares sin el más mínimo bagaje de argumentos sobre la divinidad de Jesucristo (o peor, escuchar cómo los 'biblistas' intentan desmantelar las profecías mesiánicas) ni sobre la fundación divina de la Iglesia Católica.
Texto completo de su intervención.
Publicado en Certeza católica.
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