Fray Tuk. Reto de la nueva evangelización: saber mostrar a Dios como fundamento de la vida personal y social también dentro de los regímenes democráticos. Esta es la apreciación del obispo brasileño Benedito Beni Dos Santos.
Dos Santos, obispo de Lorena, acudió en su ponencia del pasado Sínodo de Obispos a la experiencia de los primeros evangelizadores, los apóstoles, para constatar que el anuncio siempre tiene obstáculos, pasando posteriormente a mencionar algunos de los desafíos actuales.
Retos de nuestra "cultura del cambio".
Aceptación de Dios como Fundamento. "La dificultad de aceptar a Dios como Fundamento de la conducta humana, así como Fundamento de la justicia, la paz y la fraternidad". A mi juicio se ha generalizado entre los cristianos el complejo de que la fe es un sentimiento, y el rancio ateísmo pseudocientífico filodarwiniano es lo racional. La ramplona propaganda agnostizante ha calado sin mucha oposición en el entorno cultural católico. Habría que volver a San Pablo: 'La cólera de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia; pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables' (Rm 1, 18-20). Sin Dios como Fundamento queda el imperio de las pasiones bajas, la ley del más fuerte, y el 'homo homini lupus'.
Compatibilización entre moralidad y democracia. "La dificultad de conciliar la experiencia democrática y el respeto por los valores morales". Sorprendentemente, pensadores tan dispares como Habermas y Ratzinger coincidieron en su diálogo de enero de 2004 en que el Estado liberal debe tener unos fundamentos morales prepolíticos.
"Conceptos inaceptables".
"En el substrato cultural de los pueblos de América Latina se han introducido unos conceptos inaceptables".
Racionalismo y subjetivismo. "Vacían la ética natural y justifican los peores ataques a la dignidad de la persona y a la vida humana, con la pretensión de fundar el orden moral en el consenso social, sin ninguna referencia a la naturaleza de la persona y sus acciones". Estas ideologías en boga son por falsas antihumanas ('anti' en el sentido más literal: aborto, eutanasia...), y la Iglesia Católica es una de las únicas voces que quedan para denunciarlo y para mantener vivo el verdadero humanismo, patrimonio histórico de la humanidad.
Secularización. "Se halla la opacidad de la dimensión transcendente del hombre, es decir, la exclusión de Dios y de la religión, consecuencia de la secularización". Eliminada la 'dimensión trascendente del hombre', el ser humano sólo es tenído como un número anónimo, como un objeto instrumentalizable, como un estorbo eliminable. ¿Qué más se puede esperar de quienes piensan que el hombre es simplemente un primate?
Texto completo de su intervención.
Publicado en Certeza católica.
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