18 nov 2012

OPINIÓN. "Donde obra un sacerdote tibio todo se extingue"


Fray Tuk. El arzobispo jesuita Ján Babjak, pastor de los católicos de rito bizantino y presidente del Consejo de la Iglesia Eslovaca - que fue perseguida por el comunismo -, trató del celo apostólico, y de la importancia de la cultura y tradiciones católicas para la nueva evangelización.


No es habitual hoy escuchar o leer la expresión "celo apostólico", antes tan utilizada. Probablemente porque la realidad a la que alude, el deseo ferviente y práctico de la salvación de las almas, se ha evaporado en gran medida motivado por elucubraciones teosóficas antimisioneras de algunos pseudoteólogos que, de modo desvergonzado, se erigieron a sí mismos como portavoces del "espíritu del Concilio" (especialmente Lumen Gentium 15 y 16) contrario, por cierto, a la letra del Vaticano II. Ningún caso hicieron, tan llenos estaban de su propio espíritu, a Pablo VI cuando en su magistral Evangelii Nuntiandi corrige tales errores. Por eso he recogido esta intervención, en el pasado Sínodo, del arzobispo Babjak, que insiste nuevamente en la centralidad del "celo apostólico" para la nueva evangelización.

1 sacerdote por cada 555 católicos.

- Fructíferos testimonios de fe bajo la persecución comunista. "'Dios es amor, ¡amémosle!'. Este dicho del beato obispo y mártir Pavel Peter Gojdic, OSBM, guió a la Iglesia greco-católica en Eslovaquia durante la persecución del comunismo. Esta concreción de la palabra de Dios expresa la experiencia de nuestros obispos, sacerdotes, religiosos y fieles, los cuales experimentaban el amor de Dios en su vida de un modo tan fuerte que eran capaces de dar testimonio de su fe también en los tiempos difíciles de la destrucción forzada de nuestra iglesia. El testimonio heroico de la fe de nuestros antepasados hasta el martirio y su intercesión en el cielo han contribuido al hecho de que hoy, en la Iglesia greco-católica de Eslovaquia, demos gracias a Dios por la abundancia de vocaciones sacerdotales. De hecho, tenemos más de 450 sacerdotes y casi 90 seminaristas en el seminario que están al servicio de 250.000 fieles". A mi juicio, los católicos tenemos tres obligaciones frente al mundo con respecto al comunismo: mantener la memoria de las atrocidades perpetradas por esta ideología contra la libertad religiosa en el siglo XX, denunciar las agresiones actuales, y dar a conocer el luminoso y heroico testimonio de tantos católicos confesores de la fe y mártires del odio comunista.

- Rito bizantino: sacerdotes elegidos entre varones casados. "No podemos acoger más en el seminario porque después no tenemos donde enviarlos para llevar a cabo su servicio sacerdotal, y no podemos ayudar a otras Iglesias fuera del país dado que la mayor parte de ellos une su vida sacerdotal con la matrimonial, por lo que para ellos están excluidos los países de Occidente".

Necesidad de un ardiente celo apostólico.

- Formar el celo apostólico de los ministros desde el seminario. "También hoy es importante evidenciar sobre todo la santidad y el celo de los sacerdotes, incluidos obviamente los obispos. Donde obra un sacerdote celante, un hombre de vida santa, la fe aumenta; donde obra un sacerdote tibio, todo se extingue. Los obispos y los sacerdotes deben ser los hombres de la nueva evangelización, y este aspecto de su vida debe ser desarrollado desde su formación en el seminario". Recordamos que Aguer también habló de los seminarios, denunciando errores teológicos. Me comentaba un amigo, ahora sacerdote, que el primer año del seminario la mayoría de sus compañeros tenía a su párroco como ideal sacerdotal, pero a partir del segundo, el modelo era el profesor teólogo sin cura de almas. Triste. Otra reflexión: qué difícil es para un sacerdote lleno de celo apostólico formar una comunidad ferviente y católica en una parroquia, y qué fácilmente la echa a perder un sacerdote tibio.

- Transmitir el célo apostólico a los laicos. "Veo la prioridad en el celo de nosotros, los obispos, de los sacerdotes y de los consagrados a Dios, de que con nuestro propio ejemplo ayudemos el celo de los laicos". No habla Babjak en ningún momento de la trascendencia escatológica del ese celo apostólico. Habrá que esperar la mención de este punto en otro ponente del Sínodo.

Importancia de la cultura y tradición católica.

- Puertas adentro. "En el rito bizantino ciertamente nos ayuda en la evangelización (tanto en la primera como en la nueva) la espiritualidad bizantina, los iconos y la participación del pueblo en la vida litúrgica. Estos elementos de una cultura espiritual nos recuerdan que también la cultura y el arte pueden abrir el corazón del hombre contemporáneo a la escucha del Evangelio". Oriente conserva mejor estas tradiciones de devoción y espiritualidad católicas. En occidente, durante demasiados años y todavía hoy, ha existido un gran número de sacerdotes cuya ocupación prioritaria era desacreditar el rezo del santo rosario, la adoración eucarística, el rezo de novenas, las procesiones, la devoción a los santos... Paganizadores y desacralizadores que actuaron sin la reconvención de sus prelados.

- Puertas afuera. "Pero hasta ahora no hemos tenido aún el suficiente coraje para proclamar el Evangelio fuera de las iglesias, fuera de los centros de formación o de peregrinación". El fin de la cultura y tradición católica es precisamente impregnar la sociedad. 

Texto completo de su intervención.

Publicado en Certeza católica.
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