5 nov 2012

ESPIRITUALIDAD CATÓLICA. Los cinco mártires Pasionistas de Mieres


P. Jorge Teulón. Mieres (Asturias). Mieres es una localidad asturiana, que se encuentra a una distancia de Oviedo, capital del Principado, de 20 kilómetros. Sus principales núcleos por número de habitantes son: Mieres su capital, Turón, Rioturbio, Ujo y Figaredo. Bajo estas líneas la calle Manuel Llaneza de Mieres.



Aunque la interesante historia de esta población asturiana arranca en los tiempos prehistóricos, nos trasladamos hasta mediados del siglo XIX, cuando se establece en Mieres la Asturian Mining Company, empresa minera de capital inglés, y el empresario francés Numa Guilhou funda Fábrica de Mieres, lo que provocará que el concejo pase de una economía predominantemente agraria y ganadera a ser uno de los principales centros industriales de la época. Todo ello producirá grandes cambios políticos y sociales en todo el concejo.

La producción de la industria mierense alcanza su punto álgido durante el primer tercio del siglo XX, hecho que provocaría un gran aumento de la población y, parejo a esto, la formación de las primeras asociaciones obreras del concejo, como la Juventud Socialista de Mieres (1905). Los conflictos laborales más importantes sucedieron en las huelgas 1906 y 1917, ambas sofocadas con una fortísima represión y gran cantidad de despidos. Durante la revolución de 1934, Mieres fue uno de los principales centros revolucionarios y el núcleo del estallido. Los obreros asaltaron los cuarteles de las fuerzas de seguridad y se organizaron para tomar la ciudad de Oviedo. Muchos fueron encarcelados o perecieron en la represión llevada a cabo por el gobierno de la República.

105 años en Mieres

Los padres Pasionistas, fundados en 1721 por San Pablo de la Cruz, llegaron a España en 1877 y a Mieres a finales de enero de 1907. El 13 de febrero de aquel año iniciaron una misión en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Mieres, que resultó pequeña para recibir a tal multitud de personas.

A medida que fue creciendo la presencia Pasionista en España, fue naciendo la idea de crear distintas Provincias. En 1923 se divide la Provincia española del Sagrado Corazón de Jesús. En el convento Pasionista de Deusto se celebra, en Septiembre de 1923, lo que podríamos llamar el primer Capítulo de la nueva Provincia que “por nacer de la del Sagrado Corazón se denominará Provincia de la Preciosísima Sangre”. Estaría formada por los conventos de Peñafiel, Peñaranda de Duero, Santander, Mieres, en España y Ñuñoa y Los Andes en Chile. El total de religiosos que componían la nueva provincia era de 110.



El 5 de octubre de 1934 se levantaron los mineros de Asturias, que mantuvieron bajo su control la zona hasta el día 15. Durante este período fueron asesinados 38 sacerdotes, seminaristas y religiosos, e incendiadas 56 iglesias. Entre los religiosos asesinados, cinco pasionistas, dos estudiantes y tres padres. De los cinco uno de ellos es San Inocencio de la Inmaculada, que fue canonizado por el Beato Juan Pablo II en 1999 junto a ocho Hermanos de La Salle, todos ellos asesinados en el cementerio de Turón, el 9 de octubre de 1934.

5 de octubre de 1934

El hermano Salvador de María Virgen (Baudilio) Alonso Tejedo había nacido en Albares (León) el 29 de abril de 1911. El 8 de septiembre de 1928 hizo su primera profesión. El estudiante Salvador de María Virgen salió del convento con los demás religiosos, al ser amenazados de muerte por los sublevados. Llegó con otros compañeros hasta la vía del ferrocarril y fue siguiendo hasta que, al pasar por un barrio de Mieres, fueron reconocidos como pasionistas y los sublevados gritaron: “-A por ellos, que son frailes”. 

Viéndose amenazados, algunos siguieron adelante, mientras Salvador prefirió dar marcha atrás y regresar hacia el convento. Se le acercaron dos revolucionarios: uno le amenazó con un cuchillo, y otro le arrojó al suelo y le pisoteó, y después le disparó hasta dejarlo muerto. Se vanagloriaba entre sus compañeros de haberle metido 18 tiros en el cuerpo. Una piadosa mujer se acercó y vio al estudiante que yacía ya muerto y en medio de un gran charco de sangre. Le habían robado el calzado, el poco dinero recibido para el viaje y los documentos personales. La señora avisó a los dos o tres sacerdotes que se habían quedado para salvaguardar el convento. Un camión trasladó el cadáver del estudiante. Hoy está sepultado en el panteón de la comunidad.

El hermano Alberto de la Inmaculada (Amadeo) Andrés Celada natural de Quintanilla de Abajo (Valladolid). Nació el 31 marzo 1916. Hizo su primera profesión el 8 de diciembre de 1932.

El estudiante Alberto salió el 5 de octubre de 1934 el convento. Lo acompañaba un religioso anciano, de 71 años, el hermano Cayo de San Gabino (1863-1949). Los dos tomaron la vía del ferrocarril y siguieron hasta un lugar donde pasa por encima del río Caudal. Algunas personas comenzaron a señalarlos diciendo: “-A por ellos, que son frailes”.

El hermano Cayo recordaría en su testimonio: “Se presentaron delante de nosotros cuatro individuos armados, uno con una pistola, otro con un enorme cuchillo y dos con garrotes. Al cortés saludo que les dirigimos respondieron los revolucionarios esgrimiendo las armas, y dirigiéndose al hermano Alberto, que me seguía sin decir palabra, le dispararon dos tiros a quemarropa. Yo eché a correr... y ya no vi más al compañero”.

El cadáver fue localizado por la mencionada señora que recogió el del estudiante Salvador, a un kilómetro y medio del lugar del asesinado. Lo encontró cabeza arriba, y le habían robado el calzado, el dinero que tenía para el viaje y los documentos personales. No estaba encharcado en sangre ni tenía más heridas que un rasguño rosáceo en la frente; quizá fue el punto de entrada de la bala... Trasladado el cadáver al cementerio, hoy reposa en el panteón de la comunidad.


El desaparecido convento de los Pasionistas en Mieres y vías del ferrocarril vasco-asturiano

23 de junio de 1937

El padre Hermenegildo de San Pablo de la Cruz (Anselmo) Vega Fernández nació el 15 de agosto de 1905 en Villamor de Órbigo (León). El 26 de septiembre de 1923 hizo su profesión simple. La profesión perpetua el 20 de diciembre de 1928. Medio año después, el 26 de mayo de 1929, recibe la ordenación sacerdotal.

Después de la ordenación sacerdotal fue destinado a las casas que los P. Pasionistas tenían en Chile. Sin embargo, no pudo emprender el viaje, porque fue obligado a cumplir el servicio militar en Vigo (Pontevedra), durante los años 1931-32. Concluido este deber patriótico en las difíciles circunstancias de la II República, el P. Hermenegildo fue enviado a la comunidad de Peñafiel (Valladolid) donde estaba el colegio apostólico; más tarde a Peñaranda (Burgos), sede del noviciado, y por fin a Santander (Cantabria). El 25 de mayo de 1936 poco antes del Alzamiento Militar, fue trasladado a Mieres (Asturias), sede del estudiantado de la Provincia de la Preciosísima Sangre.

Por su parte, el padre Ezequiel de las Cinco Llagas (Juan Ignacio) Gorroño Gorosábal era natural de Atxondo (Vizcaya) el 30 de junio de 1903. El 16 de octubre de 1920 hizo su profesión simple. El 17 de octubre de 1923 tuvo lugar la profesión perpetua. El 17 de diciembre de 1927 fue ordenado sacerdote.

En septiembre de 1935 fue destinado a las misiones de la Congregación en Chile, pero a última hora tuvo que incorporarse a la Comunidad de Mieres. Allí trabajaba en el ministerio de la Palabra y en las confesiones sacramentales.

El 18 de julio, al estallar el Alzamiento, el padre Hermenegildo fue enviado al pueblo de Bustiello a llevar un traje al padre Ezequiel de las Cinco Llagas, que estaba predicando en aquella parroquia. Cuando estuvieron juntos, los dos tomaron el tren en Ujo a fin de salvarse, pasando a la zona nacional. Al llegar a lo alto del Puerto de Pajares, los dos Pasionistas se creyeron a salvo, se apearon del tren e inutilizaron los billetes. Allí vivieron hasta que el 3 de septiembre fueron localizados por los milicianos, quienes los apresaron y llevaron al convento de Mieres, convertido en cárcel. Durante varios meses se les obligó a hacer trabajos forzados en su propio convento.

El 16 de junio de 1937, viendo que pronto caería la zona en poder del ejército nacional, llevaron a los prisioneros a cavar zanjas y trincheras de defensa. Los dos Padres cumplían esta tarea, cuando, el día 21, uno de los presos se escapó y huyó hacia la zona nacional. Todos los que formaban la centuria del fugitivo fueron condenados al fusilamiento como represalia. Y el día 23, al regresar de su tarea, fueron ametrallados por la espalda. Sus cadáveres fueron al cementerio de Mieres, de donde, el 12 de octubre de 1944, fueron trasladados al panteón de la comunidad.

Publicado en Religión en Libertad

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