12 oct 2012

ESPIRITUALIDAD CATÓLICA. San Marciano José de El Pedregal. IV


P. Jorge Teulón.  El resto de días siguieron con más muertes. Como queda dicho, el 9 de octubre son fusilados los Hermanos de La Salle junto al cementerio: José Sanz Tejedor (San Cirilo Beltrán), Filomeno López López (San Marciano José), Claudio Bernabé Cano (San Victoriano Pío), Vilfrido Fernández Zapico (San Julián Alfredo), Vicente Alonso Andrés (San Benjamín Julián), Román Martínez Fernández (San Augusto Andrés), Manuel Seco Gutiérrez (San Aniceto Adolfo). También son asesinados el sacerdote argentino Héctor Valdivieso Sáez (San Benito de Jesús) y el pasionista de Mieres Manuel Canoura Arnau (San Inocencio de la Inmaculada).


El 10 de octubre en Olloniego es asesinado el párroco Joaquín del Valle Villa. El 11 de octubre los revolucionarios socialistas colocan una bomba y la explosionan en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo. En este atentado se destruyen numerosas obras de arte y reliquias del cristianismo, también sufre daños la catedral.

El 12 de octubre es asesinado en Oviedo el carmelita Eufrasio Barredo Fernández (Eufrasio del Niño Jesús), superior del convento carmelita.

Beato Eufrasio del Niño Jesús Barredo Fernández nació en Cancienes del Concejo de Corvera (Asturias) el 8 de febrero de 1897. El 5 de diciembre de 1912 ingresó en el colegio teresiano de los Carmelitas Descalzos de Villafranca de Navarra. El 26 de julio de 1916 emitió la profesión simple, que ratificaría con la solemne el 18 de marzo de 1922. Terminados sus estudios fue ordenado sacerdote el 23 de septiembre de 1922 en Santander. Destinado a Cracovia (Polonia), a fin de fortalecer la presencia carmelita en aquellas tierras, permaneció allí de 1926 a 1928. A su regreso fue destinado a Burgos, como director de las revistas “Ecos del Carmelo y Praga” y “Monte Carmelo”.

En 1929 llega a Oviedo, como profesor de teología y el 8 de mayo de 1933 es elegido prior de su comunidad. El 5 de octubre de 1934 estallaba la revolución de Asturias. Ante esta adversidad el P. Eufrasio buscó refugio para sus religiosos. Él trató de huir por la alta tapia de la huerta, pero se cayó y se luxó una cadera. Al ir empeorando su lesión, el 12 de octubre solicitó que lo llevaran al Hospital. Los milicianos le "arrancaron" -con ese verbo crudo lo expresa Albert Camus en una obra dramática suya- de la cama del hospital y lo condujeron al Mercado Viejo en el barrio de san Lázaro (Oviedo). Colocado de pie junto a un muro, y antes de recibir los disparos, se dirigió a los pistoleros con estas palabras: “-Os perdono, hijos míos”; luego por tres veces gritó: “¡Viva Cristo Rey!”. Fue beatificado el 28 de Octubre del 2007.

El 13 de octubre los revolucionarios incendiaron el colegio religioso de las Recoletas de Oviedo. En la misma ciudad dinamitaron el edificio de la antigua Universidad de Oviedo y se perdieron importantes obras de gran valor y se quemó toda su biblioteca, inaugurada en el año 1765 y cuyos orígenes remontaban al 1608. Esta biblioteca de la universidad se había convertido en uno de los primeros centros bibliográficos universitarios de la nación. También fue destruida la pinacoteca de la universidad. El mismo día fueron asesinados y martirizados los padres paules Tomás Pallarés Ibáñez y el hermano coadjutor Salustiano González Crespo, anteriormente apresados. En Santa María la Real de la Corte fue asesinado su párroco Román Cossío Gómez.

La huelga general revolucionaria duraría hasta el 19 de octubre de 1934. Luego el 18 de julio de 1936 estallaría la guerra civil y a la par, una de las más crueles persecuciones contra la Iglesia. En los dos actos de esta misma persecución (1934 y 1936) murieron víctimas del odio a la fe 192 sacerdotes, seminaristas y novicios.

Publicado en Religión en Libertad

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